Hacia una Economía Circular

En la actualidad existen diversas tendencias pero no todas tienen una incidencia positiva para el medio ambiente como la tiene la Economía Circular,  la cual propone un nuevo paradigma que modifica la forma en la que actualmente producimos y consumimos;  y que por esta razón es considerada por muchos como la Revolución Industrial del siglo XXI.

Frente a la tradicional economía “lineal” de extracción, producción, consumo y desperdicio, la economía “circular” promueve un flujo constante en el que los “residuos” pueden ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo y de esta manera extraer menos recursos naturales del planeta, es decir, los bienes se producen, se consumen, se reciclan, se producen y se vuelven a consumir, entrando en un ciclo de vida circular. 

El reciclaje forma parte fundamental de la economía circular, pero la clave del nuevo modelo pasa por el diseño, un diseño ecológico que parta de tantos materiales reciclados como sea posible, que tenga un bajo impacto ambiental, que modifique la cadena de producción para poder desmontar con facilidad los productos y repararlos y que una vez que dejen de funcionar sus componentes se puedan separar con facilidad para maximizar el reciclaje. De esta manera todo se transforma, todo se aprovecha.

Los principios básicos de este sistema de aprovechamiento de recursos se conocen como las 7 R y proponen lo siguiente:

 *Reducir: Empezar a reducir tanto la cantidad de productos que consumimos como los que generamos como residuos. Principio ligado a la “crisis de la basura”.

*Reparar: Intentar reparar el producto antes de tirarlo o descartarlo.

RecuperarRecuperar los materiales ya usados para poder reintroducirlos como materia prima en el proceso productivo para poder crear nuevos productos.

RenovarActualizar los objetos para que puedan tener de nuevo la función para la que fueron creados o reutilizarlos para otras cosas que también puedan ser de utilidad.

*Reutilizar: Alargar la vida útil de los productos, darle un nuevo uso luego de haber sido utilizados para su finalidad principal.

Rediseñar: Diseñar o fabricar productos teniendo en cuenta las consecuencias medioambientales. Producir desde la sostenibilidad del producto y no sólo desde la funcionalidad.

Reciclar: Separar los desperdicios según sean orgánicos, plásticos, vidrios, papel o cartón, metales o tóxicos y desecharlos en el contenedor oportuno.

La economía circular es una buena manera de disminuir la creciente contaminación ambiental, el uso de los recursos finitos y el consumismo desenfrenado en el que está sumergida la sociedad actual. Por suerte existen muchos países que reconocen la necesidad de cambiar a un modelo más sostenible y ya se encuentran trabajando en ello. Promovida por la Unión Europea, China y otras economías desarrolladas, la economía circular avanza de forma gradual. En nuestro país, algunas empresas y desde el mismo gobierno ya la están implementando al igual que en Rafaela donde también cada vez son más comunes los emprendimientos que se generan bajo este modelo de economía.

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