Una tríada de palabras que nos debiera movilizar y así permitirnos encontrar acciones concretas que impacten directamente sobre el desarrollo económico y social de nuestra comunidad.
Nos es un juego de palabras, empleabilidad – empleo – desempleo, sino una realidad siempre vigente en el mercado laboral y que suele producir impotencia, desmotivación y hasta enojo por no encontrar acciones que las complementen y no sólo representen un conjunto de sonidos con significados aislados.
La bibliografía relacionada es amplia y podemos encontrar diversos papers que muestran investigaciones excelentes que sustentan esta realidad.
También podemos observar programas gubernamentales que ofrecen capacitaciones a personas que se encuentran en situación de desempleo, a jóvenes y una escasa oferta para adultos desempleados. Por otro lado, las empresas se preocupan por la empleabilidad de sus equipos de trabajo, incorporándolos a sus programas anuales de capacitación. Y las universidades tienen disponibles sistemas de pasantías para sus alumnos.
Entonces, ¿la empleabilidad, el empleo y el desempleo representan un conjunto de sonidos resueltos y que no necesitan de ningún tipo de análisis?
Me permito compartir mis pensamientos al respecto en función de mi experiencia laboral que, diariamente me muestra distintas situaciones relacionadas a esta tríada de palabras.
La empleabilidad es un concepto que resuena en los entornos de Recursos Humanos, tal cual la RAE lo presenta: “conjunto de aptitudes y actitudes que permiten a una persona conseguir y conservar un empleo”, pero me surgen una variedad de interrogantes:
- ¿en quién se deposita la responsabilidad de generar, mantener, desarrollar esas “aptitudes y actitudes que permiten a una persona conseguir y conservar un empleo”?
- ¿son suficientes los programas gubernamentales ofrecidos?
- ¿los recursos que las empresas invierten en la formación de sus empleados constituyen realmente una inversión o terminan generando un gasto?
- ¿las personas, como individuos, son conscientes del compromiso personal que tienen para mantener sus conocimientos y habilidades actualizados según lo que el mercado requiere?
- ¿cómo una persona desempleada puede invertir en su desarrollo sino cuenta con recursos fijos?
- ¿un país en situación de crisis tiene que listar en sus plataformas políticas acciones que fomenten la empleabilidad de la comunidad?
Seguramente podemos encontrar una respuesta válida a cada interrogante, pero ¿es suficiente? Tal vez nos quedaríamos nuevamente con un conjunto de sonidos con significados aislados y sin acciones concretas.
Por mi parte, tampoco estoy ofreciendo una solución a través de este escrito, sólo opino que urge entender que la empleabilidad de las personas es uno de los factores claves para disminuir el desempleo y que claramente los recursos que desde los diferentes sectores se invierten no logran el efecto esperado, porque los esfuerzos aislados no son suficientes y urge lograr acciones coordinadas desde el Gobierno, las Instituciones Educativas (de todos los niveles) y las Empresas; y la responsabilidad individual de todos aquellos que entendemos que el conocimiento es el sustento indiscutible del desarrollo de un país.