Patrick Lencioni autor del libro “Las cinco disfunciones de un equipo” hace mención a que las organizaciones no logran trabajar en equipo porque caen presas de cinco obstáculos naturales pero peligrosos, identifica a la falta de confianza como la primera disfunción y desencadenante de una serie de asuntos que impiden la cohesión de un equipo de trabajo, estos fueron desarrollados en diferentes posteos de la semana siendo claves para la toma de conciencia.
Hoy me toca cerrar este tema y desde el Coaching Ontológico hay sin dudas un gran aporte a la vitalidad e integridad de los equipos de trabajo. No existen los problemas, existen los seres humanos que tienen problemas, esta forma de mirar nos permite “hacernos cargo”, siendo el punto de partida que nos llevará a la cohesión tan deseada, que nos permitirá decodificar ciertos patrones instalados en la cultura organizacional a la cual pertenecemos. Lo primero es “querer que las cosas cambien”, y trabajar duro en el tipo de observador que soy, aprender a distinguir nuevas formas de SER que me permitirán HACER diferente, sin esta toma de conciencia difícilmente rompamos la inercia de un equipo que no está funcionando como esperamos. Hace poco escuchaba este pensamiento que aplica a lo que digo “Toma tu vida en tus manos; ¿y qué sucede? Algo terrible … ya no tienes a quien echarle la culpa”. Esto se llama madurar y para que un equipo madure y resuelva conflictos inevitablemente necesita de tu madurez. ¿Comenzamos por ahí?
¿De que no te estás haciendo cargo (que si lo hicieras) expandirías tus capacidades a lugares infinitos?